El Postulantado de Tlalpan, en la Ciudad de México, fue sede de un encuentro significativo liderado por el Hermano Superior General, acompañado de los Hermanos Martín Digilio, Chris Patino y Rafael Cerón. Este evento reunió a Hermanos y Formandos para reflexionar sobre la fraternidad y los desafíos de la comunidad lasallista.
El encuentro inició con una oración profunda y reflexiva, en la que se destacó el ADN lasallista, esa esencia que transmite valores como la fe, el servicio y la comunión a través de generaciones. Se recordó la importancia de actuar con amor y compromiso, especialmente hacia quienes enfrentan mayores dificultades.
Durante la presentación, se compartieron estadísticas del Distrito que reflejan desafíos como la disminución de vocaciones y el envejecimiento de los hermanos (edad promedio: 57 años), pero también logros como el aumento de la colaboración con personal seglar y el fortalecimiento de comunidades. Estas cifras invitan a la reflexión sobre el camino hacia el futuro de la familia lasallista.
Uno de los momentos más emotivos fue la oración comunitaria multilingüe, símbolo de la unidad global en Cristo. Se hizo un llamado a renovar diariamente el compromiso vocacional, a vivir la fraternidad como una acción concreta y a redescubrir la alegría en pequeños gestos, como apoyar a un hermano en necesidad.
“Ser hermano es un verbo”, se destacó durante la jornada, recordando que esta vocación implica acción, cercanía y responsabilidad hacia los demás. También se subrayó la necesidad de atraer a los jóvenes mediante el testimonio de alegría y compromiso.
Este encuentro culminó con un mensaje esperanzador: aunque las estadísticas pueden parecer desalentadoras, la verdadera fuerza radica en la autenticidad de nuestras relaciones y en la fe compartida. La misión lasallista sigue viva, transformando vidas y construyendo un futuro de inclusión, solidaridad y paz.
“Juntos y por asociación”, este espíritu nos guía hacia nuevos horizontes. ¡Sigamos construyendo la fraternidad que el mundo necesita!