Ser parte del milagro significa…

Ser misionero significa comprender que “Sólo cuando Cristo empiece a estar en el corazón y en los labios de los hombres, se podrá hablar de verdadera evangelización”. (COMLA VI) Congreso Misionero Latinoamericano VI

Con el mes de octubre iniciamos el mes de las misiones, y se nos presenta una oportunidad de ser parte de la gran obra de evangelización, asumiendo la responsabilidad  de llevar a cabo la misión que Jesús nos ha encomendado  como parte de la Iglesia, pero sobre todo  como lasallistas.

El momento histórico que vive la humanidad con  la pandemia, tiene elementos que nos llevan a reflexionar sobre la importancia de valorar la fe y la vida interior de una persona, por tal causa, la colecta de misiones debe ser  motivo de encuentro y solidaridad, de sentir y hacer sentir a los demás, por medio de nuestra persona, la presencia y cercanía de Dios con cada uno de sus hijos.

Hoy más que nunca, las palabras del papa Francisco «Aquí estoy, envíame»(Is 6,8) en su mensaje para las misiones 2020, nos invitan a ser protagonistas, a dar un paso al frente y ser valientes, creativos e innovadores para que este mes de las misiones sea diferente y pongamos nuestro mayor esfuerzo en la realización de todas las actividades y acciones que llevemos a cabo.

Todo lasallista está llamado a ser un actor activo, no pasivo, es momento de ser congruentes, muchas veces hemos escuchado la frase “La Salle somos nosotros”, muy bonita, pero si no va acompañada de acciones concretas se torna  vacía, por eso te invitamos a que te sumes y tomes el reto de “Ser  parte del milagro”, cada uno de nosotros desde su espacio, con nuestras fortalezas y debilidades y  la confianza de que no estamos solos, porque Jesús guía nuestros pasos.

¿Qué necesitas para ser un misionero lasallista?

• Alegría para anunciar el Reino de Dios.
• Poner tus talentos al servicio de los demás.
• Compromiso y fidelidad a Jesús.
• Vivir los principios de Fe, Fraternidad y Servicio.

Dios está contigo y en consecuencia con todos los que te rodean.

¡Viva Jesús en  nuestros corazones!

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